He adelgazado, porque deje de inquietarme por
lo visible y me dedique a alimentar mi alma;
Prefiero caminar, para
volver a respirar la magia de existir,
Me recorte el cabello, solo
para obviar peinarme.
Me gusta dormir, pues la
magia de soñarla alimenta mi amor por ella,
No recuerdo los cumpleaños,
porque pienso que cada día merece una celebración,
Soy de los que escriben poemas porque, en cada verso, se me escapa el alma
Y si de este paralelo no
encontrara felicidad,
Yo, que por enésima vez sé
volvería a intentarlo.